miércoles, 6 de abril de 2011

Los peores años de nuestra vida

No todo es para siempre. Esa enseñanza está inspirada en la comedia romántica Los peores años de nuestra vida (1994) dirigida por Emilio Martínez-Lázaro, ganador del Oscar en el 2007 por su última producción. El largometraje muestra la desafortunada vida amorosa de un joven llamado Alberto (Gabino Diego).

La historia comienza mostrando un pasaje de la infancia del protagonista en una playa donde conoce una chica y recibe su primer beso. Según lo relata, fue lo que causo la infelicidad en su vida. Aunque él era un hombre romántico, detallista, educado, etc., todo lo que una mujer pudiera desear; pero tenía un pequeño problema: su físico. La apariencia de Alberto no le permitía gozar de una relación duradera y lo había acomplejado al grado de sentirse inferior. A diferencia de su hermano Roberto (
Jorge Sanz) que era un hombre apuesto, con mucha confianza en sí mismo y mucha suerte en el amor: estos dos eran como el blanco y el negro.

Los hermanos conocen a María (
Ariadna Gil) de quien Alberto se enamora de inmediato. Pero ella, como todas las mujeres, siente atracción por Roberto. Sin embargo, el protagonista con la insistencia y lindos detalles logra que se interese por él. Esto devuelve la esperanza a Alberto y vuelve a creer en el amor, esto le permite vivir una experiencia diferente a lo que ha experimentado toda su existencia. Esta parte nos gustó mucho ya que demuestra que la felicidad no se termina cuando se acaba una relación, siempre existen oportunidades para volverla a encontrar. Aunque uno nunca sabe como van a terminar las cosas…

Esta producción española, ganadora del
Premio Goya al mejor sonido (IX edición), es bastante recomendable para jóvenes. Además de pasar un momento agradable los hará identificarse con la vida de Alberto, un habitante del barrio Lavapiés de Madrid. Dado que como adolescentes vamos a poder empatizar con muchas de las situaciones presentadas, y tomar las derrotas del protagonista como nuestra; aspecto en que coincidimos con otras criticas.

No se preocupen, en el filme no solo van a encontrar dolor. Nunca se deja de lado la comedia, combinación que nos parece impresionante.

Aunque cabe mencionar que no en todas
las reseñas examinadas esta producción se encuentra como acertada, al punto de mencionar que es un plagio. Se denomina la actuación de Gabino Diego como una copia de los trabajos de Woody Allen (multifacético artista norteamericano) en películas como Amor y muerte: la última noche de Boris Grushenko (Love and death). Con lo que no estamos de acuerdo ya que cada artista pone toque personal a sus interpretaciones, pese a que sus personajes se parezcan.

No recomendamos esta película a menores por dos razones. La primera es que hay escenas no aptas para esa edad y la segunda es un trato de menosprecio que el padre manifiesta hacia Alberto por no tener de empleo. Pero su hijo, que era cantante, no se da por vencido hasta encontrar un trabajo formal en un bar. Con esto cambió la mentalidad de su progenitor, quien alegaba que el arte solo era un pasatiempo y que un buen trabajo estaba en una oficina. Actitud que admiramos ya que no se dejó influenciar y conservó su verdadera vocación.

Solo nos queda decir: véanla, disfrútenla y nunca tomen la actitud del protagonista al verse a sí mismo como alguien inferior. Sin embargo, aprendan que no debemos aferrarnos a nada, porque no todo es para siempre.

Macklin Alvarado Martínez

Camila Aparicio Jurado

Saúl Monterrosa Romero

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