jueves, 7 de abril de 2011

El secreto de sus ojos

El país que produjo El secreto de sus ojos fue Argentina, se notó luego de unos segundos de escuchar el peculiar acento de los personajes. Juan José Campanella se encargó de dirigir este thriller dramático protagonizado por Soledad Villamil, Pablo Rago, Ricardo Darín y Javier Godino. Las dos horas de duración están colmadas de suspenso y emoción... ¡Se paciente! Ya llegaremos a ello.

Este perfecto balance entre los momentos desesperantes por saber que pasará y esos donde se desenlaza la trama te cautivan por completo. Lo mismo le ocurrió a las personas que decidieron otorgarle el prestigioso reconocimiento del Óscar a la mejor película extranjera y ocho nominaciones al premio Goya. Entre las categorías que compitió se encuentran las siguientes: mejor película, mejor música, mejor guión, mejor director, etc.

¿Quieres que comencemos? Te endulzare la boca con algunos detalles de la película. Benjamín Espósito -personaje actuado por Ricardo Darín- al retirarse de su trabajo en el Juzgado, decide escribir una novela acerca de un crimen, que ha marcado su vida. Se nota en su mirada un vacío que oscila entre el amor que siente por Hastings, su jefa, y su deseo por saber qué fue de Gómez, el asesino.

Nadie podría olvidar tal escena del cadáver herido y ensangrentado, de una preciosa joven víctima de violación. Espósito captura al fugitivo. Sin embargo, no se pudo hacer justicia porque Romano, el rival de nuestro protagonista, manipuló las leyes. Así, dio impunidad al agresor con el fin de fastidiar a Benjamín. Cuando se ve al criminal sonreír y caminar frescamente por las calles, se apoderará de ti un deseo de entrar en la película y cogerlo por el cuello hasta sofocarlo.

¿Quién tomará venganza? Sea como sea Gómez debe pagar por este crimen. ¿Sera Espósito o el viudo adolorido quien castigue a Gómez?

Comparada con otros largometrajes, este filme está situado en la Argentina turbulenta de 1974. Muestra violencia cruda y sin censura, tiene contenido sexual explícito por lo que no es apta para cualquier tipo de público. No obstante, es aceptable verla cuando se tiene cierto grado de madurez y poco morbo. Exagerado o no, la probabilidad de encontrar a una persona en medio de un estadio repleto es casi nula. ¿Cómo? ¿De qué estoy hablando? Te invito a que lo descubras al ver El secreto de sus ojos. ¿El final? Júzgalo tú mismo.


Carlos Díaz
Óscar Hernández
Liliana Pineda

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